El sábado 17 de abril de 2010, ASATI organizó una mesa redonda dedicada a la mediación intercultural. Contó con una invitada especial, Almudena Nevado, directora del Grado de Traducción y Comunicación Intercultural de la Universidad San Jorge.
La ponente inició su intervención con una presentación general del contexto y describió la figura del mediador, que debe llevar a cabo labores de interpretación y traducción, pero también de promoción de los derechos básicos.
Expuso las diferentes competencias que debe reunir, lo que le permitió subrayar la complejidad de dicha figura, que sirve de puente entre dos lenguas, dos culturas a veces muy diferentes entre sí.
A continuación, Almudena Nevado lanzó el debate con una serie de preguntas que dieron pie a un intercambio de opiniones entre todos los participantes. Después de una pausa en la que se siguió hablando de éste y de otros temas entre cafés y cortados, se reanudó la charla analizando los problemas, las necesidades y los retos del mediador. La invitada subrayó la falta de denominación “formal” de esta labor, que carece también de estatuto legal y de una definición clara de su perfil. Dicho vacío se podría resolver gracias a la profesionalización, que se traduciría en la creación de un diploma universal, programas de formación, certificaciones, asociaciones y la redacción de un código deontológico que, sin duda, facilitaría la formación, la contratación y un mejor entendimiento del papel del mediador. Concluyó afirmando que el mediador es una necesidad social. Precisamente en la sociedad es donde el mediador desempeña un papel muy relevante, pero quedan aún muchos retos por resolver.
Marcella Bracco y Marta Labad hablaron posteriormente de su participación en la presentación del proyecto de Libro Blanco de la Traducción e Interpretación Institucional y explicaron que la problemática es muy parecida a la del mediador.
Graham Rhodes presentó el resultado de un estudio que ha llevado a cabo con Marta Labad sobre el funcionamiento de las instituciones y otras entidades zaragozanas para resolver sus necesidades de mediación cultural. Su información fue completada por Mercedes Mateos.
La mesa redonda terminó sobre las 14.30 horas y todos los participantes se fueron con una idea más concreta de la labor del mediador y de su complejidad, conscientes de la necesidad acuciante pero complicada de tomar medidas para crear un marco legal y laboral que defina una ocupación tan desconocida como importante.