Elisa Farina: «Cada conversación con otro traductor o intérprete es una fuente inagotable de información».
– ¿Te puedes presentar en unas palabras?
Elisa Farina. 33 años. Italiana. ¿De dónde exactamente? Del norte de Italia. Más precisa no logro ser, ya que me mudé unas cuantas veces. Nací cerca de Venecia, luego pasé unos años en un pueblecito cerca de Milán (bueno, pasamos, ya que por aquel entonces los desplazamientos los hacía siguiendo a mis padres), otros cuantos en Alemania, unos pocos más en Ferrara (donde mi familia decidió echar raíces) y, finalmente, me asenté en Trieste, donde estudié la carrera de Traducción e Interpretación. Lo de asentarse es relativo, ya que durante los dos años de especialización en Interpretación de Conferencias me enamoré de un sevillano y decidí seguirle a Andalucía. Desde 2007, mi lugar está en España. En Sevilla primero y en Zaragoza después.
– ¿Cómo conociste a la Asociación Aragonesa de Traductores e Intérpretes?
Cuando hace año y medio mi marido y yo nos mudamos a Zaragoza, intentamos desde el primer momento abrirnos a la ciudad con la esperanza de que ella, a su vez, se abriera a nosotros y nos acogiese como unos «maños» más. Para mí fue natural buscar ante todo a compañeros del sector de la traducción y de la interpretación y, casi de inmediato, me topé con la página web de ASATI. Tuve la suerte, además, de entrar en contacto con uno de los socios que, muy amablemente, me explicó el funcionamiento y los objetivos de la asociación. No le costó mucho convencerme de que diera el paso: me había mudado en agosto y en octubre ya había escrito a la junta para darme de alta.
– ¿Qué ventajas puede aportar la afiliación a ASATI?
A mi parecer, muchísimas. Los siete años que estuve viviendo y trabajando en Andalucía me enseñaron lo importante que es tener un contacto directo y continuo con otros profesionales del sector. Como escuché una vez en una conferencia, «ser autónomo no tiene necesariamente que significar estar solito». El intercambio de experiencias y conocimientos siempre enriquece a todos los involucrados. Cada conversación con otro traductor o intérprete es una fuente inagotable de información. Y cada compañero que aprendes a apreciar como profesional y como persona se convierte en un potencial colaborador o hasta en un posible cliente. Pertenecer a una red de profesionales puede aportar muchísimo, tanto desde una perspectiva profesional como desde un punto de vista humano. Pues bien, en Andalucía nos faltaba justamente eso: una red propiamente dicha. Allí no hay una asociación como ASATI. Y se nota. Cuando falta una infraestructura organizativa, muchas ideas (¡buenas ideas!) no llegan a cuajar. Se quedan en propuestas y proyectos debatidos alrededor de unas tapas. Aquí, gracias a ASATI, tenemos una red organizada y estructurada. Y hay que aprovecharla.
– ¿Qué te llevó a presentarte como presidenta de ASATI?
Principalmente, la esperanza de poder contribuir al crecimiento de mi gremio local. No tengo mucho más que aportar sino mi ilusión y mis ideas, pero afortunadamente cuento con un «equipazo» (los miembros de la junta y los vocales) que me apoyan y compensan mi falta de experiencia.
– ¿Cómo ves el futuro de la asociación?
Por el momento, algo cuesta arriba. Objetivamente, ASATI no pasa por su mejor momento. En la asamblea general de diciembre se debatió seriamente la disolución de la asociación. Desde entonces, ha pasado solo un mes y pese a que ya ha empezado a verse el cambio, la situación sigue difícil. Pero soy optimista. Como decía, me enfrento a este reto en compañía de un gran equipo y creo que juntos lograremos dar comienzo a una nueva etapa en la vida de ASATI.
– ¿Qué nuevos retos quieres plantear y qué mensaje deseas transmitir a los socios?
Solo me gustaría recordarles lo que ya saben: que es una gran suerte tener una asociación local que brinda oportunidades de enriquecimiento individual, crecimiento colectivo y desarrollo profesional. ASATI no se ha creado de la noche a la mañana. Ha sido el fruto del compromiso, del tiempo y del trabajo de personas con la ilusión necesaria y el espíritu justo. Si finalmente desaparece, pasarán años antes de que se den las circunstancias para que vuelva a crearse. Merece la pena esforzarse para evitar que esto ocurra.
– ¿Cuál es el plan de acción de la nueva junta de ASATI?
Los detalles quedan por definir, pero el cuadro en su conjunto ya ha tomado forma. Es un mosaico de iniciativas formativas y culturales muy variadas, aunque todas relacionadas de una forma u otra con nuestra profesión. La semana pasada tuvimos el primer curso del año, que despertó mucho interés y se desarrolló de forma muy satisfactoria. El fin de semana que viene estrenaremos una serie de encuentros que hemos bautizado como Expoquedadas. Las iniciativas previstas para los próximos meses incluyen videoforums, cursos, charlas con profesionales de dilatada experiencia, además de una visita a la Casa del Traductor, en Tarazona, y la reactivación de los contactos con las universidades de la ciudad y las demás asociaciones de traductores e intérpretes. El objetivo de todas estas actividades es doble: por un lado ofrecerles a los asistentes ocasiones de aprendizaje y desarrollo, y por el otro fomentar la creación de contactos y de redes en el seno del colectivo local de profesionales.